La claridad es poder

 

Ves en tu vida espacio para mejora significativa? Estás pensando que, pese a encontrarnos en medio de una pandemia, podrías lanzarte de manera independiente con ese proyecto que hasta ahora estás desarrollando a un lado? Fantaseas con la idea de hacerlo crecer y no sabes cómo?

Una de las causas más comunes por las cuales las personas no dan el salto hacia aquello que desean emprender es por la falta de CLARIDAD. La claridad es poder. La claridad nos da una dirección. No podemos desarrollarnos sin dirección. Si no trabajamos duro a diario para estar claros y enfocados nos vamos a perder en el camino.

Y cómo hacemos para tener claridad?

Primero que nada, requerimos mejorar nuestra conciencia y la forma en la que nos ponemos objetivos. Debemos responder las siguientes preguntas:

1) Qué es lo que queremos exactamente?

2) Por qué lo queremos?

3) Cuándo lo queremos?

4) Cómo lo queremos?

5) A qué costo lo queremos?

Estas preguntas no son porque sí ni deben ser tomadas a la ligera. Porque cuando te dispongas a responderlas vas a encontrar el motivo por el cual aún no te has lanzado de lleno en hacer crecer aquello que dices que quieres para ti.

Indaguemos en la profundidad para entenderlas mejor.

Qué es lo que quieres exactamente? Si no tienes claro hacia donde te diriges, cualquier camino te llevará a cualquier parte. El “qué” se refiere a lo concreto, a lo medible. No a una idea vaga y aproximada. Sino, concretamente qué es lo que quieres alcanzar?

Por qué lo quieres? Qué es lo que te motiva a hacerlo? Es de las preguntas más importantes que debes responder. La falta de una gran motivación, de un propósito fuerte, es la causa de la procrastinación, del dejar para luego, de no ponerte en acción rápidamente. Esta es la respuesta que te sostendrá cuando estés cansado de trabajar sin ver los resultados esperados, cuando te veas tentado a abandonar, es la razón por la cual tendrás disciplina y te mantendrás perseverante.

Cuándo lo quieres? Definir un plazo para alcanzar tus objetivos es determinante para marcar el ritmo de trabajo. Si no tienes un plazo (un deadline) adivina qué…? Es probable que pases años trabajando en ello sin finalmente dar ningún paso concreto. No tendrás la urgencia que se requiere para avanzar.

Cómo lo quieres? Esta es una de las preguntas que detiene a la gran mayoría de las personas. Tienen una idea vaga de lo que quieren pero no logran establecer la hoja de ruta, cuál es es camino que comenzarán a transitar para alcanzarlo. Muchas veces porque no saben cuál es el mejor camino o tienen dudas. Si quieres ver tu proyecto realizado, debes definir el camino. Caso contrario no estarás avanzando hacia ningún lado. Este es el paso donde escribes tu plan: qué harás exactamente y en qué orden para llegar adonde te propones llegar.

A qué costo? Si la anterior es la pregunta que detiene a la gran mayoría de las personas, ésta es la pregunta que la gran mayoría ni siquiera se hace. Todo sueño, proyecto, emprendimiento tiene un costo. Y el costo no es únicamente monetario. El costo también implica tiempo. Cuánto dinero y tiempo estás dispuesto a invertir en la concreción de aquello que deseas? Porque es claro que si empiezas a trabajar en algo nuevo vas a tener que dedicarle horas de tu tiempo que, hasta hoy, se lo dedicabas a otra área de tu vida (tu tiempo de ocio, descanso, familia, hobby, etc). La respuesta del costo es la causa mayor del fracaso en dar el primer paso: “No tengo los recursos”. “No tengo el tiempo para hacerlo”. Si eres lector de biografías, te recomiendo que leas las biografías de las personas que admiras y que han alcanzado aquello que te gustaría para ti. Verás que ellos tampoco contaban con los recursos ni con el tiempo. Pero su “por qué” era tan fuerte que buscaron las maneras de hacerse de tiempo y del dinero para hacerlo realidad. El propósito es gasolina para encontrar cómo pagar el costo de nuestro sueño.

Ahora te toca a ti. Cuál de estas preguntas te había quedado sin responder? Qué pregunta te dio la claridad que te hacía falta para ponerte en acción? Cuál es la que más te cuesta responder?

Si quieres comunicarte conmigo para que podamos trabajar en tu proyecto en profundidad puedes contactarme a través de mi email: coachcaroalarcon@gmail.com y, juntos, lo haremos posible. 

Será un gusto transitar este camino contigo.

Para crecer, sé intencional

La diferencia en el crecimiento entre los seres humanos no lo marca lo que saben acerca de algo, sino lo que hacen con lo que saben. En otras palabras, simplemente saber acerca de algo no nos hace crecer. Porque el crecimiento no se produce de manera automática, sin esfuerzo. El crecimiento es intencional.

Queremos desarrollar una área nueva en la empresa, queremos crecer como líderes, queremos crecer a nivel personal, queremos crecer en nuestra capacidad de conectar, crecer en salud, en las finanzas, en nuestra espiritualidad, en nuestros vínculos… sea el área que sea, crecer implica tomar acción. Tú tienes que tomar acción en la dirección en la que quieres crecer. Porque no sucede de otro modo.

Nos resistimos a tomar acción porque el crecimiento implica cambio. Si nada cambia, estamos haciendo lo mismo que siempre. Si hacemos lo mismo que siempre, obtenemos los mismos resultados que siempre. Si queremos resultados diferentes, necesariamente debemos experimentar algo nuevo, diferente, quizás hasta desconocido para nosotros. Esperar a que las condiciones cambien o mejoren solas, no nos apoya. Nosotros debemos dar el paso. Ya lo dijo brillantemente Mahatma Gandhi: “Sé el cambio que deseas ver en este mundo”. No dijo: “ve el cambio”, sino “sé el cambio”. Si queremos que algo en nuestras vidas cambie, nosotros debemos ser el cambio.

Y John C. Maxwell afirma que “el crecimiento es la única garantía de que mañana será mejor que hoy”. Suena lógico y obvio. Pero tendemos a pasar por alto lo más esencial. Cuando crecemos, nuestra vida mejora. Por definición. Crecer es el camino para alcanzar nuestro potencial. Y cuando estamos en ese camino nos sentimos increíble. Porque no solo hemos mejorado como personas, sino que ahora tenemos mucho para contribuir a los demás.

Y por qué una buena parte de los seres humanos no crece? Hay muchos motivos. Algunos de ellos son: que no saben como crecer, que creen que hay otros mejores que ellos, que están esperando el momento en que todo esté perfecto para dar el paso, ó creen que no es el momento adecuado, ó que no tienen los recursos adecuados para empezar… etc, etc. Excusas. Por más duro que suene, debemos reconocer (y empiezo reconociéndolo yo) que somos los reyes de las excusas. Ponemos todas las excusas que encontramos para justificar que no estamos dando ese paso de crecimiento en nuestra vida que cambiaría de manera radical nuestros resultados. Porque nos resistimos al cambio. Nos resistimos a lo desconocido. Nos resistimos a salir de lo familiar.

Y es lógico, en la Universidad no nos enseñan a crecer a nivel personal. Nos enseñan acerca de un tema en particular: ventas, arquitectura, medicina, veterinaria, publicidad, etc… En otras palabras, nos enseñan qué pensar, no cómo pensar acerca de nosotros mismos para crecer.

Si sos de las personas a las cuales les interesa el camino del crecimiento personal y quieren empezar a entender cómo aplicarlo en su vida, te dejo algunas preguntas disparadoras para apoyarte en ese camino:
En qué área quieres crecer? Por qué? Qué te está impidiendo crecer? Qué podrías hacer diferente que cambiaría los resultados que hoy no te conforman? Cómo se vería tu vida, trabajo, salud, espiritualidad, misión, tiempo libre, etc. si tomaras la decisión de crecer y dieras el primer paso?

Si entiendes que es hora de tomar en serio tu crecimiento personal y quieres participar de una Mastermind de Crecimiento escríbeme a hola@caroalarcon.com que te hago llegar info para unirte al próximo grupo. Vamos a estudiar qué es todo esto del crecimiento personal y, además, a aplicarlo en tu vida. Será un honor acompañarte en el camino y verte crecer.