La diferencia en el crecimiento entre los seres humanos no lo marca lo que saben acerca de algo, sino lo que hacen con lo que saben. En otras palabras, simplemente saber acerca de algo no nos hace crecer. Porque el crecimiento no se produce de manera automática, sin esfuerzo. El crecimiento es intencional.
Queremos desarrollar una área nueva en la empresa, queremos crecer como líderes, queremos crecer a nivel personal, queremos crecer en nuestra capacidad de conectar, crecer en salud, en las finanzas, en nuestra espiritualidad, en nuestros vínculos… sea el área que sea, crecer implica tomar acción. Tú tienes que tomar acción en la dirección en la que quieres crecer. Porque no sucede de otro modo.
Nos resistimos a tomar acción porque el crecimiento implica cambio. Si nada cambia, estamos haciendo lo mismo que siempre. Si hacemos lo mismo que siempre, obtenemos los mismos resultados que siempre. Si queremos resultados diferentes, necesariamente debemos experimentar algo nuevo, diferente, quizás hasta desconocido para nosotros. Esperar a que las condiciones cambien o mejoren solas, no nos apoya. Nosotros debemos dar el paso. Ya lo dijo brillantemente Mahatma Gandhi: “Sé el cambio que deseas ver en este mundo”. No dijo: “ve el cambio”, sino “sé el cambio”. Si queremos que algo en nuestras vidas cambie, nosotros debemos ser el cambio.
Y John C. Maxwell afirma que “el crecimiento es la única garantía de que mañana será mejor que hoy”. Suena lógico y obvio. Pero tendemos a pasar por alto lo más esencial. Cuando crecemos, nuestra vida mejora. Por definición. Crecer es el camino para alcanzar nuestro potencial. Y cuando estamos en ese camino nos sentimos increíble. Porque no solo hemos mejorado como personas, sino que ahora tenemos mucho para contribuir a los demás.
Y por qué una buena parte de los seres humanos no crece? Hay muchos motivos. Algunos de ellos son: que no saben como crecer, que creen que hay otros mejores que ellos, que están esperando el momento en que todo esté perfecto para dar el paso, ó creen que no es el momento adecuado, ó que no tienen los recursos adecuados para empezar… etc, etc. Excusas. Por más duro que suene, debemos reconocer (y empiezo reconociéndolo yo) que somos los reyes de las excusas. Ponemos todas las excusas que encontramos para justificar que no estamos dando ese paso de crecimiento en nuestra vida que cambiaría de manera radical nuestros resultados. Porque nos resistimos al cambio. Nos resistimos a lo desconocido. Nos resistimos a salir de lo familiar.
Y es lógico, en la Universidad no nos enseñan a crecer a nivel personal. Nos enseñan acerca de un tema en particular: ventas, arquitectura, medicina, veterinaria, publicidad, etc… En otras palabras, nos enseñan qué pensar, no cómo pensar acerca de nosotros mismos para crecer.
Si sos de las personas a las cuales les interesa el camino del crecimiento personal y quieren empezar a entender cómo aplicarlo en su vida, te dejo algunas preguntas disparadoras para apoyarte en ese camino:
En qué área quieres crecer? Por qué? Qué te está impidiendo crecer? Qué podrías hacer diferente que cambiaría los resultados que hoy no te conforman? Cómo se vería tu vida, trabajo, salud, espiritualidad, misión, tiempo libre, etc. si tomaras la decisión de crecer y dieras el primer paso?
Si entiendes que es hora de tomar en serio tu crecimiento personal y quieres participar de una Mastermind de Crecimiento escríbeme a hola@caroalarcon.com que te hago llegar info para unirte al próximo grupo. Vamos a estudiar qué es todo esto del crecimiento personal y, además, a aplicarlo en tu vida. Será un honor acompañarte en el camino y verte crecer.